La Real organizó ayer una reunión informativa con los medios de comunicación que habitualmente cubren la información del equipo para anunciar su postura acerca de la polémica generada por el hecho de que la LFP quiera cobrar un canon a las radios para retransmitir los partidos. En un ambiente distendido, el presidente, Jokin Aperribay, y el secretario del Consejo, Ángel Oyarzun, explicaron que no podían dejarles pasar para narrar los encuentros porque tenían vendidos sus derechos a la plataforma Mediapro y la LFP les podrían sancionar con una multa que va “desde los 30.000 a los 300.000 euros”...
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