El empate contra el Barça ha dejado una larga estela de nombres propios cuyo brillo aún se aprecia. Imanol Agirretxe y Antoine Griezmann marcaron los goles de la remontada, Xabi Prieto dio su segunda asistencia del ejercicio y Asier Illarramendi volvió a demostrar que tiene categoría para liderar al equipo. Sin embargo, hay otros dos futbolistas que acapararon cuota de protagonismo. Son los debutantes Macdonald Mariga y Liassine Cadamuro, jugadores que responden a dos perfiles hasta ahora inexistentes en la Real.
Mariga es un portento de la naturaleza, el centrocampista total. Sus condiciones físicas le convertían en objeto de deseo para Philippe Montanier y el club no descansó hasta lograr su fichaje. Llegó cedido del Inter de Milán, fue el último en incorporarse y en el primer entrenamiento con el grupo cayó lesionado...
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