EL entrenador Montanier afirmó antes de viajar a Sevilla que solo estaba pensando en el partido del Sánchez Pizjuán. Un día después, tal vez contagiado por el himno que suena en la megafonía de ese estadio, tuvo un arrebato. Agirretxe e Illarramendi se sentaron a su vera para que estuvieran frescos como lechugas en el encuentro de anoche ante el Granada.
En los planes del francés no entraban ni la lesión de Xabi Prieto ni la de Carlos Martínez, mientras que en los míos tampoco la presencia de Cadamuro como sustituto el pasado sábado. Por un momento me quité de encima decenas de años y recordé aquel día en el que un entrenador, jugando en casa, colocó de extremo derecho al habitual lateral izquierdo "para tapar las subidas del oponente", que jugaba en el Aurrera de Ondarroa....
+fuente original
No hay comentarios:
Publicar un comentario