El Barcelona empató 2-2 ante la Real Sociedad en Anoeta y en partido liguero, desde esta columna vine escribiendo a lo largo de la última semana que no me gustaba nada el ambiente que entre todos estábamos creando, que si el fichaje de Neymar u otras historias que para nada venían bien para la concentración del equipo, necesitábamos un resultado así para que de una santa vez nos centremos de verdad en el día a día, pensábamos que siempre íbamos a ganar todos los partidos por goleada y sin bajarnos del autobús y para nada eso es así.
Para ganar los partidos hay que sufrir, dejarse la vida en cada jugada y correr o luchar más que el contrario, en la segunda parte la Real Sociedad nos cogió la vez, ellos fueron más ellos y nosotros menos nosotros, jugamos con las líneas separadas, no lo hicimos en su campo, este empate fue en un partido intranscendente y antes de un partido de Champions ante el Milan, hay veces que hay que llevarse un disgusto para no confiarse.
Siempre digo que todos favorecemos o perjudicamos el buen ambiente del equipo y nosotros lo que hicimos fue fomentar la euforia diciendo que íbamos a ganar siempre y de goleada, aunque no lo parezca cada barcelonista desde su casa, profesión o posición ayuda mucho al equipo por muy cerca o lejos que esté del mismo y en los últimos tiempos desde que ganamos la Supercopa de Europa nos pasamos tres pueblos con nuestros comentarios y actitudes, este empate nos sirve para poner los pies en el suelo y que todos y cada uno de nosotros estemos en nuestro sitio remando y pensando solo en el partido siguiente, ahora toca solo pensar en el siguiente partido, nada más, desde la humildad y el trabajo...
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