LA pasada campaña la Real no supo afrontar la prueba de las semanas con tres partidos de Liga. En las tres ocasiones en las que afrontaron una secuencia de este tipo, los realistas solo fueron capaces de sumar una victoria, ante el Zaragoza en Anoeta, en la penúltima jornada de Liga, que acabó siendo decisiva para salvar la categoría. Los ocho choques restantes se saldaron con un empate, más bien un tropiezo, en casa frente al Levante, y siete derrotas, lo que confirma que el conjunto realista nunca supo afrontar esta clase de semanas.
Uno de los principales problemas que entraña el disputar los partidos sin casi días de descanso es que aparecen las famosas rotaciones. Martín Lasarte no supo dar con la tecla a la hora de introducir jugadores de refresco en el equipo con el objetivo de reservar a otros. Precisamente fue en la primera semana de tres partidos, en las jornadas 3-4-5...
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