La mañana de ayer fue de resaca. De resaca deportiva. Para un servidor y para todos y cada uno de los seguidores de la Real Sociedad. En el muelle, a eso de las once de la mañana, no se hablaba de otra cosa, y quien más quien menos te paraba para comentar el partido que firmó el club txuri urdin ante Messi, Iniesta o Xavi. «¿Y tanto ha cambiado al equipo Montanier? ¿Pero Illarramendi es tan bueno o es flor de un día? ¿Qué le han dado de comer a Agirretxe?» se preguntaba un señor en Portaletas al tiempo que los euros volaban a su lado como si no costaba.
Se hablaba de fútbol porque en esta Real confluyen varias hornadas de gran calidad, porque el sábado se logró una gesta pero sobre todo... Porque, no nos engañemos, la regata de ayer carecía de la emoción de mañanas pretéritas en la que no estaba todo el pescado vendido...
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